
No estoy muy inspirada. Pareciera que las palabras fluyen más fácil cuando uno se siente mal, pero veremos que sale.
Hoy no hay ritual de Wish You Were Here. Hoy no hay nostalgia. Hoy no hay reproches, no hay nada. No es que hoy sea un día que me guste, más allá de ser uno de los días más esperados de los últimos años. No hay ritual porque ya no va más. Es una canción que me gusta muchisimo y lo que representaba quedó en una etapa anterior a esta.
Pienso y no se me ocurre que escribir. Simplemente decir que pasé por situaciones horribles, espantosas, humillantes... y en gran parte por mi culpa. Pero corté todo de raíz. Me dormí. Me desperté. Y renací.
Empecé a vivir de nuevo y hoy estoy acá. Después de varias semanas en que todo cambió, hoy me siento nueva, renovada. Porque revertí la situación, me propuse un cambio y lo logré. Hoy me siento bien y me sorprendo por ello, me cuesta creerlo, hasta temo que dure muy poco. Despues lo pienso un poquito y... que dure lo que tenga que ser. Hoy me siento bien y eso es lo que importa. Mañana veremos.
No me quedaba nada, entonces, con la poca fuerza que junté, decidí volver a mis raices. Reinventarme. Gracias a que tengo una familia de esas que quedan muy pocas, en peligro de extinción. Gracias a que tengo gente amiga alrededor que me quiere y me cuida como nadie más. Gracias a que conocí gente con una onda increible y me ayudaron a recuperar la sonrisa. Gracias a los que están, a los que me eligen, a los que se quedan. Gracias.
Hoy me siento bien, como si tuviera quince años, pero con más fuerza y más vivencias. Mañana vemos...
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