Una noche lo esperaba, sabiendo en mis adentros que él no vendría. En la radio apareció un tal Andrelo, quien me cantó la posta. Rompí en lágrimas cómo hacía tiempo no me pasaba. Y la última coincidó con el último acorde. Y él no volvió... tal como lo intuía.
No me lastimes con tus crímenes perfectos...
[Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia, juas]
1 comentario:
Puta madre, este tema es GIGANTE, Andrés también.
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